–¿Cómo se siente volver a la franja prime time?
–Lo vivo con alegría. Yo siempre digo lo mismo; el tener la posibilidad de hacer lo que me gusta, de vivir de lo que me gusta y hacer cosas que quiero, es un privilegio en un país donde las cosas son difíciles. Yo lo vivo con alegría, más allá de que es un trabajo y que a veces me enojo porque no salen las cosas como me gustaría que salgan, y después querés la revancha y todo eso, básicamente lo vivo con mucha alegría.
A casi 10 años de Son Amores, un programa que instaló un nuevo tipo de comedia en la pantalla de aire, Los Únicos parece tener la misión de reunir fichas del pasado para hacer nuevas jugadas.
–¿Tenías ganas de volver a trabajar con Mariano (Martínez)? Ustedes tenían una química muy especial en Son Amores.
–Siempre supimos que se iba a dar el momento.
–Mariano dijo que está melancólico.
–Exagera, exagera (ríe). Y bueno... es padre, tiene el sentimiento a flor de piel (vuelve a reír). Nosotros sabíamos que iba a pasar. Me parece que es el momento justo, fueron 10 años. A lo mejor si nos juntábamos antes estábamos muy pegados, y es una alegría. No sólo de nosotros tres, la mayoría, nos miramos y nos conocemos mucho, que son las cosas que no siempre se dan en los primeros programas, donde estás adaptándote, viendo a tu nuevo compañero. Acá la mayoría trabajamos juntos en algún momento, en algún lugar, y eso hace que esté bueno. Y los que se suman, como Pilar, como Julieta, son dos aviones imparables que la verdad, que la verdad es que estoy feliz, por todo.
–¿Qué tienen de distinto Nico (Vázquez) y Mariano, después de 10 años?
–Todo lleva a un replanteo. Yo, sinceramente, los vi muy grandes. Eso me llevó a mirarme al espejo y decir: “¡uuuuuh, estamos todos grandes!” Ya no podemos ni pensar ni hacer las cosas que hacíamos hace 10 años. Si queremos hacerlo, ¡igual no nos da el cuerpo!
–Lo vivo con alegría. Yo siempre digo lo mismo; el tener la posibilidad de hacer lo que me gusta, de vivir de lo que me gusta y hacer cosas que quiero, es un privilegio en un país donde las cosas son difíciles. Yo lo vivo con alegría, más allá de que es un trabajo y que a veces me enojo porque no salen las cosas como me gustaría que salgan, y después querés la revancha y todo eso, básicamente lo vivo con mucha alegría.
A casi 10 años de Son Amores, un programa que instaló un nuevo tipo de comedia en la pantalla de aire, Los Únicos parece tener la misión de reunir fichas del pasado para hacer nuevas jugadas.
–¿Tenías ganas de volver a trabajar con Mariano (Martínez)? Ustedes tenían una química muy especial en Son Amores.
–Siempre supimos que se iba a dar el momento.
–Mariano dijo que está melancólico.
–Exagera, exagera (ríe). Y bueno... es padre, tiene el sentimiento a flor de piel (vuelve a reír). Nosotros sabíamos que iba a pasar. Me parece que es el momento justo, fueron 10 años. A lo mejor si nos juntábamos antes estábamos muy pegados, y es una alegría. No sólo de nosotros tres, la mayoría, nos miramos y nos conocemos mucho, que son las cosas que no siempre se dan en los primeros programas, donde estás adaptándote, viendo a tu nuevo compañero. Acá la mayoría trabajamos juntos en algún momento, en algún lugar, y eso hace que esté bueno. Y los que se suman, como Pilar, como Julieta, son dos aviones imparables que la verdad, que la verdad es que estoy feliz, por todo.
–¿Qué tienen de distinto Nico (Vázquez) y Mariano, después de 10 años?
–Todo lleva a un replanteo. Yo, sinceramente, los vi muy grandes. Eso me llevó a mirarme al espejo y decir: “¡uuuuuh, estamos todos grandes!” Ya no podemos ni pensar ni hacer las cosas que hacíamos hace 10 años. Si queremos hacerlo, ¡igual no nos da el cuerpo!
–¿Vos elegiste volver con el personaje de Axel? –No, me llamó Adrián (Suar) porque quería que vuelva Axel, lo que me llenó de alegría. Ahí empezamos a reírnos y a pensar cosas. Lo lindo que tiene Axel es que de alguna manera no tiene techo. Entonces empezamos con “¡qué le haya ido muy mal!”... y yo le decía “bueno, y me dejo la barba!”. Fue la peor idea de mi vida. ¡Fue terrible!
Regresos cantados
Se lo ve cómodo, sabe que Axel es un personaje que está instalado y que conoce bien. Pero la sospecha es inevitable conociendo los trucos y sorpresas de Suar. Esta reaparición del personaje posiblemente no termina sólo en un nombre.
La vuelta de Axel podía hacer esperar un regreso de Gabriel Nielsen, el personaje que hacía el propio Adrián Suar en Sin Código, donde encarnaba al jefe de una agencia de seguridad en la que trabajaba Cabré. “Seguramente va a aparecer, cuando le toque revelar el problema grande que tiene con Nielsen, no voy a contar cuál es, pero va a ser divertido”, había anticipado el actor. Esta semana, eso finalmente ocurrió.
“Hola Culebra, ¿cómo estás? Necesito decirte algo muy importante: estoy muerto de hambre, no tengo un peso”. Nielsen se comunicó telefónicamente en el medio de una misión “única” (en medio de unas cañerías), y mantuvieron una charla delirante en la que intentó convencerlo de rearmar el equipo. En una llamada con mala señal, dobles interpretaciones y sentidos.
“Quiero volver, me acabo de operar, los puntos los tengo pero me acabo de hacer una lipoaspiración”, le dijo Nielsen. Y seguramente aquel llamado seguirá la historia con algunos encuentros.
La vuelta de Axel podía hacer esperar un regreso de Gabriel Nielsen, el personaje que hacía el propio Adrián Suar en Sin Código, donde encarnaba al jefe de una agencia de seguridad en la que trabajaba Cabré. “Seguramente va a aparecer, cuando le toque revelar el problema grande que tiene con Nielsen, no voy a contar cuál es, pero va a ser divertido”, había anticipado el actor. Esta semana, eso finalmente ocurrió.
“Hola Culebra, ¿cómo estás? Necesito decirte algo muy importante: estoy muerto de hambre, no tengo un peso”. Nielsen se comunicó telefónicamente en el medio de una misión “única” (en medio de unas cañerías), y mantuvieron una charla delirante en la que intentó convencerlo de rearmar el equipo. En una llamada con mala señal, dobles interpretaciones y sentidos.
“Quiero volver, me acabo de operar, los puntos los tengo pero me acabo de hacer una lipoaspiración”, le dijo Nielsen. Y seguramente aquel llamado seguirá la historia con algunos encuentros.
Vos, La Voz
