La chica pobre y el muchacho rico que se enamoran deben enfrentar a la familia que se opone a su romance. Hace ya tiempo que esta fórmula de la telenovela no rinde tanto. Hoy, con matrimonio igualitario de por medio, entre otras cosas, las historias de amor no encuentran tantos impedimentos (creíbles) salvo los propios de cada individuo. Y los guionistas apelan a su creatividad para rodear a estas historias de obstáculos más complejos que impidan el encuentro de los enamorados. Por eso, las cuatro ficciones más vistas de la televisión actual apelan a elementos fantásticos o sobrenaturales como marco a las típicas historias de amor, que no pueden faltar. En tono de comedia o de drama, lo que está fuera de lo terrenal o lo misterioso invaden el terreno romántico. En Los únicos (El Trece) un grupo de agentes secretos (con cruces amorosos entre ellos) despliegan sus dones especiales: Diego (Mariano Martínez), con un altísimo coeficiente intelectual; Axel (Nicolás Cabré), tiene una resistencia superior a la normal; María Soledad (Griselda Siciliani), una mujer de fuerza apabullante; y Rubén (Nicolás Vázquez), con una piel prácticamente impenetrable, entre otros, se muestran en clave humorística.
¿Es que no alcanza con una historia de amor convencional? “Todos tenemos algún don especial para explotar. Nosotros apelamos a ese condimento para enmarcar las distintas historias de amor que contamos”, dice Cecilia Guerty, guionista de Los únicos. “Aprovechamos como recurso el humor para romper un poco la estructura tradicional”.Estos personajes lidian con sus dificultades personales, como cualquier mortal, y les cuesta vincularse entre sí, más allá de estos dones. “En ese sentido es bastante metafórico. Además, tienen una misión secreta y la prohibición de relacionarse entre ellos. Todo eso les complica un encuentro amoroso”.
“El amor clásico, como tema, sigue funcionando. Y lo hará siempre. Pero lo que quizás está agotado sea la forma de narrarlo. Este grupo de personas freakies, como los de Los únicos, tuvieron dificultades para relacionarse más allá de sus dones”, dice Pablo Junovich, también guionista del ciclo. “Buscamos contar eso de manera divertida porque sus poderes no son épicos, son una simple excusa”.
Entonces ¿qué queda?. Saber si el el amor entre María y Diego, ella del campo y él, de la ciudad, tendrá final feliz.
Clarín
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