9 de abril de 2011

Una dupla de comedia excepcional

Mucho se esperaba de la aparición de Gabriel Nielsen en Los únicos , y de su encuentro con Axel, su viejo socio y mejor amigo. Pero el resultado fue más gracioso aun de lo que se podía suponer. Mérito de un guión desopilante pero, sobre todo, de la química imbatible entre Adrián Suar, el invitado del día, reflotando para esta ficción el papel que hizo en Sin código , y Nicolás Cabré, su “otra mitad” en las situaciones de comedia. La escena de anteayer, por caso, no duró más de diez minutos. Pero brillantes. Todo empezó cuando el agente especial Axel, haciendo de cura, recibe en el confesionario a un atribulado Nielsen, quien confiesa cuánto extraña a su ex compañero, y devela la verdad sobre el episodio que los separó: cierta noche en que, sin saber cómo, terminaron los dos en la misma cama, sorprendidos por un fotógrafo que repartió la imagen en los medios. Confesiones de amor mutuas, acentos extraños al hablar y parodia de telenovela para una dupla mayor.

Clarín 

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