5 de febrero de 2011

Mariano y Griselda, listos para el combate

Protagonistas. Encabezan el elenco de “Los únicos”, la comedia de acción de El Trece que debuta mañana, a las 22. Integran un comando justiciero en el que cada uno tiene un don especial. Nunca habían trabajado juntos. Hablan del rating y la competencia en el horario central de la tele actual.

"Esos son los pantalones que me gustan”, le dice la jefa de prensa de Pol-ka a Mariano Martínez. Y a él se le va la mano a la pierna mientras se sienta, como por instinto. “¡Esa manía que tiene de tocarse cuando se le dice algo! ¡A uno se le van los ojos!”, ríe Griselda Siciliani con sus dos rodetes y su remerita de jean anudada. Los pantalones de Mariano son colorados. No vamos a decir que son chupines porque no, pero casi, y terminan en unos impecables zapatos negros. Y no porque Martínez salga vestido así a la calle -que bien podría-, sino porque es el atuendo que le tocó para grabar uno de los capítulos de Los únicos , la nueva comedia policial que El Trece estrenará mañana a las 22.

¿Cómo son sus personajes? 

Martínez: Diego Rouvier es un millonario, playboy, huérfano desde los 5 años. Supuestamente, porque los padres murieron en un accidente, aunque él no lo cree y está en lo correcto, ya que fueron asesinados. Fue criado por su mayordomo y su ama de llaves. Es alguien que no se involucra sentimentalmente porque quedó muy herido, salvo con estos padres sustitutos y, en algún momento, con María (Siciliani), de quien más adelante se va a enamorar, aunque los vínculos entre los agentes están prohibidos. Como tiene mucha plata, hace lo que quiere, incluso canta.

Siciliani: María Soledad Marini es una chica que vive en Chacabuco, en la zona rural. Su papá la abandonó antes de que naciera. Ella se dedicaba a criar chanchos y gallinas con su mamá, hasta que, seis meses antes del capítulo inicial, su mamá muere y a ella le empieza a ir muy mal. En lugar de plantar soja, planta otra cosa y así. En el peor momento de su vida, aparece Monterrey (Arnaldo André), que es quien va reclutando agentes para una brigada secreta, y le ofrece un trabajo. Acepta, va a Buenos Aires y cuando llega no entiende por qué la llamaron a ella. Es la única de la brigada que nunca fue agente de ninguna fuerza.

¿Qué cualidades tienen sus personajes?

Martínez: Diego es un agente de elite. Estudió en Londres, se preparó en Scotland Yard, tiene un coeficiente superior al normal y un poder deductivo y de liderazgo impresionante.

Siciliani: Si bien María sabe que tiene un don, una fuerza descomunal, no se explica por qué ese hombre fue a buscarla al campo. Monterrey es el padre de María. El lo sabe por supuestamente , el público también va a saberlo desde le principio, pero ella y sus compañeros, no.

Es la primera vez que trabajan juntos, ¿seguían la carrera del otro?

Martínez: Este año que no estuve trabajando, casi no miraba tele, porque tengo a mi hija, a mi mujer y mil cosas más importantes que mirar tele, pero Para vestir santos es lo único que miraba. Cuando la veía a Gri, decía: “Qué buena actriz” . Pensaba en lo bueno que estaría laburar juntos. Se ve que lo dije en voz alta y Adrián (Suar) me escuchó.

Siciliani: Yo soy su fan, pero me da vergüenza decirlo delante de él. Era fan de Segundo, su personaje en Valientes . Me reía a carcajadas. Me parecía súper admirable que pudiera hacer humor dentro de un tremendo culebrón, cuando no te ayuda el marco.

Martínez: La curiosidad de empezar a buscar y querer divertirte es lo que tiene de bueno ser actor. Podés darte contra la pared, pero está bueno correr el riesgo.

¿Por qué decidieron integrar “Los únicos”?

Siciliani: Mi proyecto era descansar un año. Tuve una semana de vacaciones después de terminar con Para vestir santos y las funciones de trasnoche de Corazón idiota . Llegó un momento en el que me levantaba y casi lloraba del cansancio. Pero cuando Adrián me contó la propuesta, el elenco y, sobre todo, que iba a ser un policial con tanto sello de comedia, me di cuenta de que no podía dejar pasar esto.

Martínez: Lo primero que supe es que íbamos a ser compañeros con Nico (Cabré) otra vez y después me contaron que también iba a estar Gri y ahí sí fue redondo. Es un lujo estar al lado de estos actores.

¿Qué te genera volver a trabajar con Nicolás Cabré?

Martínez: ... De todo. En lo laboral, Son amores fue una bisagra en mi carrera (eran los hermanos Marquesi). Algo muy recordado por el público y no menos por mí. Esa época fue muy divertida y si bien no somos amigos de llamarnos para contarnos nuestros problemas, tenemos una gran química profesional y mucho respeto.

Hoy el rating exige ciertos pisos para asegurar la continuidad, ¿cómo se llevan con eso?

Martínez: Sabemos lo que es la tele. Lo tenemos bien claro.

Siciliani: Si nos va bien, nos va bien. Si nos va mal, nos va mal. Pero creo que hacía mucho tiempo que no pasaba que se hablara tanto sobre las ficciones. Hoy se instaló la charla sobre dos programas ( El elegido y Herederos de una venganza ) y eso está buenísimo porque genera más ficción, es como un círculo.

Martínez: Para nosotros, competir con otras ficciones y no con un talk show o con un reality, está buenísimo. Uno siempre quiere que le vaya bien, pero que haya tantas ficciones, es laburo para muchos actores.

¿Y le tienen miedo a no alcanzar un piso? ¿A pasar a la tarde?

Martínez: En ese caso, seguís teniendo trabajo, no te bajan del aire.

Siciliani: Cuando estás haciendo un proyecto, ya sabés un poco para dónde vas. Un poco. Miro el rating, obviamente, porque de eso depende la continuidad laboral, la energía de todos y porque el rating significa que te ve mucha gente, que es para lo que nosotros actuamos. Pero si tenés 15 puntos de rating, te está viendo un montón de gente. Lo que a mí me deprime como actriz es estar en un proyecto donde algo no me cierra. Está bueno disfrutar del momento de hacer.

¿Cómo cambió tu trabajo desde que sos papá?

Martínez: Olivia tiene un año y tres meses. Camina, corre, grita, demanda, está divina y creciendo muy bien. Siempre sentí ganas de trabajar. Me gusta mucho y, al mismo tiempo, extraño. No la pasaba mal en casa, cuidándola, haciendo los quehaceres, o viéndola crecer y jugando todo el tiempo, porque pasa tan rápido y pasa de todo todos los días, que no me lo quería perder. Este año no lo tenía pensado para una novela, pero Los únicos son Los únicos y no se puede desperdiciar. Hago esto y nada más, salgo de acá y me voy corriendo a estar con ella. Los fines de semana son inamovibles para ella y mi mujer.

¿Y Griselda? ¿Querés ser mamá?

Siciliani: Me lo preguntan todos los días. Siento que se me están quemando los óvulos. Cada pregunta, un óvulo menos. Chauuu -señala la ventana-… Quiero ser mamá, pero no tengo mucho para responder. Cuando venga, que venga, no sé qué más decir. Si no, es como hablar de alguien que no existe.

Martínez estira la mano y muestra el fondo de pantalla de su BlackBerry. Asoman dos puntos celestes. Son los ojos de Olivia que brillan en su carita. Ojos celestes, de esos únicos.

Clarín

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